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¿Es el diseño estratégico una de tus ventajas competitivas?

Artículo base: Design Thinking comes of age.  Jon Kolko. Harvard Business Review

Extracto por Melissa Llerandi

Desde hace algunos años, las mayores organizaciones del mundo comenzaron a aplicar principios de diseño en la forma de trabajo de sus equipos. Ahora se hace evidente que esto puede ir más allá del tamaño de la organización, generando múltiples ventajas.

En tu empresa, ¿es el diseño una de las ventajas competitivas? Responde sí o no a las siguientes preguntas, y autoevalúa en dónde estás:

  • ¿Consideras que cualquiera de tus colaboradores es capaz de expresar las necesidades emocionales que tu producto o servicio resuelve?
  • ¿Cuentas con herramientas como el Customer Journey Map para entender problemas complejos?
  • ¿Generas prototipos y validas con frecuencia ideas relacionadas con tu producto o servicio?
  • ¿Es el fracaso un atributo aceptado e incluso celebrado en tu organización?

Es probable que tus respuestas te hayan permitido identificar áreas de oportunidad en las que focalizar tu atención. Veremos a continuación algunos conceptos que  pueden ayudarte a detonar ideas reflexivas al respecto.

Sin importar si hablamos de una gran empresa trasnacional o de una pyme, abordar los problemas desde la perspectiva del diseño, permite simplificar y humanizar los procesos y experiencias. Esto al grado de que no existe ya una diferencia real entre la estrategia del negocio y el diseño de la experiencia de usuario. Por otro lado, esta aproximación permite que la propuesta de valor del negocio pueda ajustarse a distintos contextos culturales. Es así como empresas como IBM y Samsung han convertido al diseño como una de sus competencias core.

Si bien existen innumerables ventajas al hacer este twist organizacional, es necesario tener presentes algunos desafíos:

  • Abrazar la ambigüedad: Es complejo, aunque no imposible calcular cuantitativamente el valor de mejorar la experiencia de usuario, así como de la inversión en creatividad.
  • Aceptar riesgos: La innovación transformadora es en sí misma riesgosa, dado que no existe manera de predecir el resultado de algo que no se ha hecho antes.
  • Recalibrar expectativas: El diseño no es la respuesta a todos los problemas organizacionales. En algunos casos, únicamente reduce la complejidad de la solución, sin embargo, no está directamente relacionado con la optimización y operación estable del negocio.

Más allá del posicionamiento e impacto en las utilidades, esta aproximación ayuda a crear un lugar de trabajo desafiante y motivador en el que las personas quieren estar. Dada su naturaleza enfocada en la empatía, favorece una perspectiva más humana y reflexiva.

¿Te gustaría explorar cómo puedes poner en práctica alguna de las ideas que resonó en ti?

Escribe a info@kamaleo.net. Nos encantará conocer tus reflexiones.

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