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Una idea de cambio (Parte 4 de 5): ¿Cómo eliminar lo que es trivial?

Para este cuarto post, resumimos el segundo paso de la metodología del Esencialismo: Eliminar lo trivial.

Si deseas consultar los posts anteriores, aquí los enlaces:

Parte 1: Esencialismo, la idea de cambio que sugiere: menos es mejor

Parte 2: ¿Cómo piensa un esencialista?

Parte 3: Explorar es el primer paso

Las ideas aquí expuestas son tomadas del libro: “Essentialism. The Disciplined Persuit of Less”; de Greg McKeown.

¿Cómo deshacernos de lo trivial?

El siguiente paso es efectivamente remover del camino aquello que no aporta de forma significativa al objetivo.

Es una tarea difícil sobreponerse al “pero que tal si…”. Tal sentimiento es normal puesto que está demostrado que tendemos a darle un mayor valor del que en realidad tiene a lo que ya poseemos, lo que dificulta el poder desprendernos. Una forma para lograrlo es preguntarse: Si no tuviera esto, ¿cuánto invertiría para tenerlo? ¿Si no tuviera esta oportunidad, qué estaría dispuesto a hacer para tenerla?

La pregunta clave en esta etapa del proceso es: ¿A qué le debemos decir que no? La respuesta revelará la verdadera prioridad, el mejor camino para el equipo y el mayor nivel de contribución a la misión de la organización.

A continuación, cinco ideas para eliminar lo trivial.

Clarificar. Por falta de claridad, la gente gasta tiempo y energía en lo que no es esencial: se actúa sin dirección ni coordinación, sin conciencia de cómo se contribuye en el todo.  Perseguir algo sólo porque es bueno, no es suficiente para lograr el mayor grado de contribución.

La cultura esencialista promueve la definición de propósitos concretos e inspiracionales, que tengan significado y sean memorables, que permitan tomar una decisión que valga por mil. Redactarlos implica hacer preguntas difíciles y concesiones, pero ayudan a movilizar hacia un solo objetivo a personas, equipos y organizaciones.

Atreverse. Tomar la determinación de decir “No” en el momento oportuno puede cambiar el curso de la historia. En ocasiones evitamos decir “No” por falta de claridad de lo esencial y porque es socialmente incómodo. Requiere valor, pero debe decirse de forma firme, determinante e incluso con gracia (en el libro se proponen diferentes formas para hacerlo). 

¿Cómo lograrlo? Separar la decisión de la relación con los otros, enfocarse en las concesiones (trade-offs) y saber que más vale un “No” muy claro que un vago o poco comprometido “sí”.  

Retirarse. ¿Hemos experimentado el continuar invirtiendo tiempo, recursos y energía en algo que claramente representa pérdidas o costos irrecuperables, haciendo que cada vez sea más difícil el retirarnos? Un esencialista encuentra el valor para reconocer sus errores y retirarse sin importar los recursos que ya se han dispuesto, superando la sensación de haber desperdiciado dichos recursos. ¿Cómo lograrlo? Pedir segundas opiniones, aplicar “borrón y cuenta nueva” para redestinar los recursos o realizar un piloto en reversa, que consiste en dejar de realizar una actividad y evaluar si existen consecuencias negativas en el resultado esperado.

Editar. Una forma de entender el rol de CEO de una compañía es verlo como el Editor en Jefe, pues es quien filtra las ideas de diferentes fuentes y roles de apoyo y decide la acción a seguir (o la intersección de unas cuantas). Ello más que simplemente eliminar, significa sumar lo necesario para dar vida a lo que realmente importa. Editar implica también recortar, condensar, ajustar y restringirse (esperar y observar cómo se desarrollan las cosas) cuando se considere necesario.

Establecer límites. Los esencialistas lo hacen para empoderarse, para liberarse. Son reglas que sirven para evitar decir “No”. Por supuesto que hay que ayudar a los demás, pero teniendo claras nuestras capacidades y que también es benéfico para ambas partes, el que cada uno se haga cargo de lo que le corresponde. 

Algunos consejos para establecer límites: evitar “comprar” los problemas de los demás, expresar abiertamente nuestros propios límites, lo que es esencial para nosotros y acordar con los demás lo que se desea lograr en conjunto.

Para terminar la entrada de esta semana, dejamos la siguiente reflexión.

  • ¿Es suficiente con explorar nuestras opciones, identificar lo que queremos y eliminar lo que no?
  • ¿Qué más se necesita?

La próxima semana en la última entrega de este resumen, expondremos algunas ideas que pueden responder a las preguntas anteriores.

En tanto, esperamos con afán tus comentarios.

Si deseas consultar la lectura original:

Libro: “Essentialism. The Disciplined Persuit of Less”.

Escrito por Greg McKeown, 2014.

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